Hay algo que siempre me llamó la atención desde el momento en que, hace años, me inicié en el estudio del eneagrama como camino de autoconocimiento y desarrollo personal. El eneagrama es un mapa, un estudio que analiza las diferentes estrategias de defensa que los humanos hemos desarrollado desde niños para no sufrir y que con el tiempo se han vuelto nuestra prisión crónica y nuestra forma neurótica de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.